La crisis multifacética de Ecuador: Causas y consecuencias.
- fundacionerismar
- 3 mar
- 5 Min. de lectura
Fecha: 03 de marzo de 2025
Autora: María José Chávez Salas
Palabras clave: Ecuador, crisis política, economía dolarizada, inseguridad, narcotráfico, cambio climático, migración forzada, gobierno de Noboa, corrupción

En febrero de 2025, Ecuador dio un paso significativo al imponer nuevos aranceles a productos mexicanos del 27%, un intento de resaltar las tensiones económicas y diplomáticas desencadenadas entre ambos países desde 2024. Esta decisión no hizo más que acentuar la creciente inestabilidad que enfrenta Ecuador. Bajo la presidencia de Daniel Noboa, Ecuador lucha por encontrar un rumbo claro en medio de un entorno político, social y económico cada vez más complicado. La situación se volvió aún más tensa cuando, en 2024, un grupo de manifestantes irrumpió en la embajada de México en Quito, exigiendo justicia por los elevados índices de violencia e inseguridad en el país. Este incidente refleja no solo las dificultades internas de Ecuador, sino también cómo la turbulencia política y social está marcando el destino del país en este periodo de transición.
Daniel Noboa, el presidente más joven en la historia del país, asumió el cargo en noviembre de 2023 en medio de una ola de conflictos y controversias. Si bien, la crisis política en Ecuador ha sido una constante en los últimos años su mandato está marcado tanto por la disolución de la Asamblea Nacional, como por el aumento de la violencia política, incluyendo el asesinato de varios candidatos durante las elecciones presidenciales. Escalando al punto en que, Noboa, es orillado a siempre usar chaleco antibalas en eventos públicos, a la par de enfrentar el reto de estabilizar un país fracturado y recuperar la confianza de la ciudadanía.
El panorama político está además influenciado por el "Correísmo", una ideología política encabezada por el ex presidente Rafael Correa, que ha tenido un impacto significativo en Ecuador desde su presidencia (2007-2017). Durante su gobierno, el correísmo se caracterizó por un enfoque en el desarrollo estatal, la inversión social financiada por las exportaciones de materias primas y la expansión de los derechos sociales. Sin embargo, también enfrentó críticas por prácticas autoritarias como la persecución de la prensa y la oposición, así como una estructura legal represiva que restringió libertades.
No obstante, el movimiento ha experimentado un reciente resurgimiento. Las recientes victorias electorales locales y la liberación de algunos de sus líderes indican un posible retorno al poder, aunque con un enfoque posiblemente más moderado en términos económicos y sociales. El "correísmo" actual parece estar adoptando posiciones más moderadas y alineadas con otros gobiernos de izquierda en América Latina (Americas Quarterly, 2024). El movimiento ha tratado de renovarse presentando candidatos que abogan por una mayor inclusión de agendas ambientales y sociales y ha mostrado una disposición para alejarse de políticas económicas altamente expansivas. Aunque todavía liderado por figuras asociadas a Rafael Correa, ahora busca presentarse como un movimiento más inclusivo y menos centrado en el modelo de desarrollo estatista basado en industrias extractivas. Este cambio también incluye un enfoque renovado en la política exterior, buscando alinearse menos con Washington y más con otros países latinoamericanos (Americas Quarterly, 2024).
La economía dolarizada de Ecuador enfrenta serios desafíos debido a la inseguridad y la corrupción, lo que requiere reformas estructurales para fomentar el crecimiento y la inversión.
Esta inestabilidad política se refleja en la economía ecuatoriana, que ha estado dolarizada desde el año 2000. La inseguridad y la crisis política han afectado la producción y exportación de petróleo, un pilar económico del país, y han ahuyentado a los inversionistas, manteniendo al país en una situación de fragilidad económica. La dolarización, aunque ha proporcionado cierta estabilidad monetaria, también facilita el lavado de dinero y el crimen organizado. Esto sucede a pesar de las reformas fiscales implementadas por el gobierno, como el aumento del IVA, la economía sigue estancada (World Bank, 2024) (FocusEconomics, 2024).
Ecuador vive una crisis de seguridad sin precedentes y se ve reflejado en el dramático aumento de la tasa de homicidios, impulsada por la actividad de cárteles de droga y pandillas. La presencia de cárteles internacionales, como los mexicanos: Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, ha transformado al país de un simple corredor de drogas a un centro de producción y distribución de narcóticos. Esta competencia por el control de las rutas y los mercados ha desencadenado una ola de violencia sin precedentes, especialmente en zonas como el puerto de Guayaquil, un punto crítico para la exportación de cocaína. Además de los cárteles mexicanos, grupos de delincuencia organizada de los Balcanes también han establecido operaciones en Ecuador, aprovechando la debilidad de las instituciones locales y la dolarización de la economía, que facilita el lavado de dinero (Yahoo Noticias, 2024).
La inestabilidad política y el aumento de la violencia son desafíos críticos que Ecuador debe abordar para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.
El gobierno ha respondido con medidas drásticas, incluyendo el despliegue de fuerzas militares en las calles. Sin embargo, la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad y la infiltración del crimen organizado en las instituciones han limitado la efectividad de estas medidas. El Estado de Conflicto Armado Interno, declarado en enero de 2024, refleja la gravedad de la situación, con enfrentamientos violentos entre las fuerzas del gobierno y los grupos criminales (The IRC) (Freedom House).
El cambio climático y la migración presentan retos significativos para Ecuador, que deben ser gestionados con políticas integrales y cooperación internacional.
Asimismo, el cambio climático representa otra amenaza significativa para Ecuador. La región amazónica, rica en biodiversidad, sufre los efectos de la deforestación y la alteración de los patrones climáticos. Las zonas costeras, incluyendo ciudades como Guayaquil, enfrentan el riesgo de inundaciones debido al aumento del nivel del mar. Estos cambios climáticos tienen un impacto directo en la seguridad alimentaria y la salud pública, exacerbando la vulnerabilidad de las comunidades locales. Los efectos del cambio climático también contribuyen a la migración interna, ya que las comunidades afectadas por sequías o inundaciones se ven obligadas a abandonar sus hogares en busca de condiciones más seguras (Romero 2022) (Pachauri & Meyer 2014).
La migración, tanto interna como externa, agrava los problemas urbanos en Ecuador. La violencia y la inseguridad han provocado desplazamientos internos, mientras que la crisis en países vecinos, como Venezuela, ha resultado en un flujo significativo de migrantes hacia Ecuador. Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Ecuador ha recibido a cientos de miles de venezolanos en los últimos años, creando desafíos en términos de integración y provisión de servicios básicos (ACNUR 2021). Las migraciones internas, provocadas por la violencia y la inseguridad, especialmente en zonas rurales afectadas por el narcotráfico y los conflictos armados, también agravan la falta de vivienda, empleo y servicios adecuados en las ciudades.
La gestión de la migración en Ecuador requiere un enfoque integral que aborde tanto las causas subyacentes como las necesidades inmediatas de los migrantes. Esto incluye políticas de integración que permitan a los migrantes acceder a educación, salud, empleo, y programas que fortalezcan la resiliencia de las comunidades vulnerables a los efectos del cambio climático. La cooperación regional también es esencial para compartir responsabilidades y recursos en la gestión de los flujos migratorios (Cárdenas & Gómez 2023).
Reflexión final
La situación en Ecuador es un claro reflejo de la profunda crisis que puede surgir cuando la inestabilidad política, la corrupción y la violencia se entrelazan. A pesar de los esfuerzos del presidente Daniel Noboa por estabilizar el país, los desafíos parecen superar las capacidades del gobierno actual. Las medidas adoptadas hasta ahora, aunque necesarias, son insuficientes para abordar las raíces estructurales de los problemas. Ecuador necesita una transformación profunda y radical en su enfoque gubernamental, comenzando por una limpieza exhaustiva de las instituciones estatales y una política económica más inclusiva y sostenible. Es imperativo que el país se comprometa a una transformación profunda, comenzando con la limpieza de las instituciones estatales y el establecimiento de una política económica más inclusiva y sostenible. Solo a través de una acción coordinada y decisiva se podrá mitigar la crisis y asegurar un mejor futuro para los ecuatorianos.
Comentarios